Una tarde en torno a la elegancia, finura y equilibrio

El pasado lunes nos juntábamos unos amigos en la Vinoteca La Fisna madrileña para descorchar una serie de botellas de ese Domaine que los que me conocen saben que tengo por él una especial predilección: Dr. Georges Mugneret-Gibourg (pueden ver un perfil muy completo del mismo en el apartado de este blog referente a «Nuestras Bodegas & Domaines»)

Como saben, actuamos como importadores del mismo y era buena ocasión para degustar algunas botellas de la última añada embotellada: 2009. Siendo de forma generalista tachada como una añada madura es posible que los vinos de esta casa se encuentren entre los más finos y que mejor expresan las peculiaridades de cada terroir en esta añada fácil y benévola por las condiciones climáticas que tuvieron.

Si algo define a este Domaine es la finura, elegancia, equilibrio en sus vinos, las ganas de seguir bebiendo una copa tras otra sin cansarse…Lo pudimos disfrutar.

Empezamos con un fragante Bourgogne 2008 (único vino de la sesión de esa añada) en donde la potencia aromática de frutillos rojos era evidente, englobado con una boca potente y bien armada acídicamente que hizo las delicias del personal, en un estilo quizá menos maduro que su posterior Bourgogne 2009, en donde la fruta negra sobresalía más que la roja y era un vino quizá más disfrutable ahora por estar todo más redondo que el anterior. Dos vinos básicos enormes, marcados por la añada (como debe de ser) y que me gustaría compararlos con otras opciones, incluso de mayor clasificación parcelaria…

Luego vino el Vosne-Romanée 2009, un delicioso Village, algo más maduro esta vez con ese conjunto aromático de grosellas, violetas, cacao, como humo y ese toque especiado tan característico de esta Comuna. La boca es un vino aún con alguna arista pero con peso, presencia, refinado, elegante como norma de la casa. Muy apetecible.

El primero de los Premier Cru que probamos fue el Nuits-Saint-Georges Chaignots, parcela muy del lado de Vosne-Romanée y que suele ser algo menos animal que otros viñedos de esta Apelación. El vino fue de menos a más, con esa fruta roja y negra característica y sí es cierto que era mucho más elegante de lo esperado. La impronta del elaborador domina bastante y siempre he preferido Nuits más raciales y potentes…pero claro, la elegancia aquí vuelve a ser extrema y ante eso hay que descubrirse.

El Chambolle-Musigny 1erCru «Feusselottes» 2009 es alucinante, muy del estilo fino y elegante que domina en estos vinos y que tan bien le pega al hilo conductor de esta bodega. Tiene un corazón frutal alucinante y en la boca es deliciosamente embaucador, con estructura pero a la vez sutil, con madera pero puesta con una finura y delicadeza brutal. Enamorado de él.

Llegamos a los dos Grand Cru que probamos esta vez: Echézeaux 2009 y Ruchottes-Chambertin 2009.

El primero apareció más cerrado, más opulento en su percepción maderística aunque con el aire va cambiando a pasos agigantados y muestra esa dosis mineral y de ciruela negra que apasiona por la zona, con unos taninos algo más maduros que el otro vino, cierta opulencia en boca, gran longitud, final apoteósico…y Ruchottes es como una roca en el paladar que te embelesa desde los inicios con ese toque cárnico, como de grill y con una fruta negra y roja bien puesta. Un vino tan maravilloso como eterno y de gran longitud que me fascinó la primera vez que lo probé y que lo sigue haciendo de una forma que casi diría hasta obscena. Uno de los mejores Borgoñas que he bebido en mi vida.

Un saludo

 

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2 respuestas a Una tarde en torno a la elegancia, finura y equilibrio

  1. 5jotas dijo:

    Da gusto leerte Ignacio. Y una envidia horrorosa.

  2. borgovinsl dijo:

    El placer es mío al leerte por aquí 😉

    Un abrazo

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